En épocas de dificultad económica es importante recordar que las deficiencias en la Seguridad y la Salud en el Trabajo cuestan dinero. De hecho, hay estudios de casos que demuestran que una buena gestión de la SST en una empresa va asociada a mejoras en el rendimiento y la rentabilidad.

Si se descuida la SST pierden todas las partes, desde el trabajador a los sistemas sanitarios nacionales. Pero esto significa que todos ellos pueden beneficiarse de mejores políticas y prácticas.

Los países con sistemas de seguridad y salud deficientes utilizan recursos valiosos para abordar lesiones y enfermedades que podrían evitarse. Adoptar una estrategia nacional sólida entraña numerosas ventajas, entre otras:

¿QUÉ REPERCUSIONES ECONÓMICAS TIENEN UNA BUENA Y UNA MALA GESTIÓN DE LA SEGURIDAD Y SALUD EN EL TRABAJO? 

Es esencial que los responsables de la formulación de políticas, los investigadores y los intermediarios entiendan la respuesta a esta pregunta, pero eso exige datos de alta calidad. En consecuencia, la EU-OSHA procura abordar esta necesidad en un proyecto global titulado «Costes y ventajas de la seguridad y salud en el trabajo», cuyo objetivo es desarrollar un modelo económico de costos para poder hacer cálculos confiables de estos.

Las lesiones, las enfermedades y las muertes relacionadas con el trabajo conllevan elevados costos económicos para las personas, las empresas, los gobiernos y la sociedad en general. Entre los efectos negativos de una gestión deficiente de la Seguridad y Salud en el Trabajo se encuentran la costosa jubilación anticipada, la pérdida de personal cualificado, el absentismo y el presentismo (cuando los empleados van a trabajar pese a estar enfermos, lo que aumenta la probabilidad de que cometan errores), así como las cotas que alcanzan los costes médicos y las primas de seguros. Se estima que el 3,9 % del PIB mundial representan el coste social de las lesiones y las enfermedades relacionadas con el trabajo. El porcentaje varía mucho de un país a otro, particularmente si se comparan los países occidentales y los no occidentales, en función de la diversidad de los sectores económicos, el contexto legislativo y los incentivos de prevención.

Fuente: https://osha.europa.eu 

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